Como Ocotea acunani en Bisse (1988).

Ocotea acunana es un árbol endémico de Cuba, solo conocido de la recolección original hace unos 60 años en la zona de Pico Potrerillo en el macizo montañoso Guamuya en el centro de la isla. Su distribución está restringida a una única localidad con área de ocupación y extensión de presencia mínima y su hábitat se cree que ha estado experimentando disminución debido a la tala, agricultura, degradación asociada a caminos e invasión de plantas exóticas. Se evalúa como En Peligro Crítico y se consideran necesarias nuevas prospecciones de campo para relocalizar la especie y establecer situación y tendencia de su población.

Este árbol es endémico de Cuba central, con una distribución conocida restringida a Pico Potrerillo, en Topes de Collantes, ubicado en las Alturas de Trinidad del macizo montañoso de Guamuhaya. Dado que solo se conoce de la recolección original, su área de ocupación y extensión de presencia se estiman con valores mínimos y una única localidad.

Esta especie sólo se conoce de la recolección original que data de unos de 60 años atrás (Rohwer y Schmidt 2014). Su tamaño poblacional y tendencia actual son desconocidas, pero se sospecha que es muy escasa por la ausencia de nuevos registros en una región montañosa varias veces prospectada por botánicos en las últimas décadas.

Ocotea acunana es un árbol de copa ancha que puede alcanzar 10–15 m de altura (Bisse 1974, Alain 6712 HAC). Habita en bosque pluvial montano, alrededor de los 800 msnm y fue registrada en las orillas del camino próximo al Pico Potrerillo (Bisse 1974, Alain 6712 HAC). Esta región ha sido vulnerable a la tala y degradación de hábitat, y también ha sido afectada y sigue siendo vulnerable a las invasiones vegetales. Aunque se registró en las orillas de camino la única vez que fue recolectada, podría no ser una especie que prefiera los hábitats degradados como plantea Rohwer y Schmidt (2014), dada la ausencia de nuevos registros y avistamientos de esta especie en su hábitat. Una hipótesis alternativa sería que es una especie endémica local cuyo pequeño rango de distribución conocido fue interceptado por el camino con la consecuente degradación continua de su hábitat y disminución de su población. No existe información específica sobre dispersión de esta especie pero en este género ha sido reportada dispersión endozoócora mediada por aves (Wenny 2000) y polinización por varios tipos de insectos (Gibson and Wheelwright 1996, Montagna et al. 2018).

Esta región ha sido vulnerable a la tala, la agricultura de subsistencia, y también ha sido afectada y sigue siendo vulnerable a las invasiones vegetales. Varias especies exóticas consideradas como invasoras transformadoras como Rhus sucedánea, Tithonia diversifolia y Hedychium coronarium están ya presentes en la base y alrededores de Pico Potrerillo (Testé et al. 2015, Rodríguez-Cala y González-Oliva 2015).

En Cuba esta especie no tiene usos conocidos. No obstante, otras especies de la familia son comestibles, como la canela, el laurel y el aguacate. Tampoco se conoce que se encuentre sometida a tráfico, ni su rol en el sustento de las comunidades locales.

Aunque Pico Potrerillo, donde fue realizada la única recolección conocida de esta especie, es una de las zonas núcleo del Paisaje Natural Protegido Topes de Collantes, y la cima permanece con poca alteración, puede considerarse vulnerable a la invasión de varias especies exóticas consideradas como invasoras transformadoras ya presentes en la base o en la sección media de la elevación (Testé et al. 2015, Rodríguez-Cala y González-Oliva 2015). El único registro de la especie data de 60 años y no se encuentra representada en ninguna colección ex situ en jardines botánicos de la isla. Acciones de búsqueda esta especie son prioritarias para establecer estado y tendencia de su población y poder establecer acciones efectivas de conservación.