Ceroxylon sasaimae es una palma endémica de Colombia, presenta una distribución geográfica moderada (extensión de presencia: 26.453 km²) y se conoce de ocho subpoblaciones. La mayoría de las subpoblaciones conocidas son pequeñas y se encuentran en áreas deforestadas, fragmentadas y perturbadas por actividades humanas en las últimas 6 décadas, por lo que la especie presenta disminución continua en la calidad y cantidad de hábitat y en el número de individuos maduros. Se estima que el total de individuos maduros de la especie está cerca de los 500, y todas las subpoblaciones conocidas presentan menos de 100 individuos. Aunque la especie tiene presencia en algunas áreas protegidas, las figuras de protección son débiles en términos de su efectividad para la conservación de la biodiversidad. La especie se considera En Peligro.

Esta especie de palma es endémica de Colombia. Se distribuye en la región de los Andes, se ha reportado en los departamentos de Antioquia, Cundinamarca y Santander.

La especie se conoce hasta el momento de ocho subpoblaciones. El número total de adultos conocidos de esta especie hasta el 2010 no superaba los 200 individuos (Galeano y Bernal 2010). La subpoblación más grande de la especie se encuentra en la inspección de Tudela en el municipio de Paime (Cundinamarca), donde la densidad de plántulas alcanza 2.281 individuos/ha y la de individuos adultos 46 individuos/ha. En esta subpoblación se observó que la mayor densidad de individuos se presenta en las coberturas boscosas mejor conservadas (Vargas y Sanín 2022). De acuerdo, con exploraciones recientes de las subpoblaciones conocidas y los datos de estudios poblacionales se estima que el número total de individuos adultos es de por lo menos de 500 individuos (Sanín obs. pers. 2023). Se ha observado que los adultos producen un alto número de semillas, pero las plántulas generalmente se queman, cortan o pisotean durante la generación de potreros o áreas abiertas para el establecimiento de plantaciones forestales y/o producción agropecuaria. Algunas subpoblaciones se encuentran inmersas en cultivos de café y caña.

Esta palma crece en bosques húmedos premontanos y montanos en los Andes de Colombia, en sitios con elevaciones entre 800 y 1.800 msnm. La especie es probablemente polinizada por coleópteros (Núñez 2014) y posiblemente dispersada por vertebrados. Se ha reportado en floración en junio, agosto y octubre, y en fructificación de junio a abril (Galeano y Bernal 2005).

Seis de las ocho subpoblaciones conocidas de la especie se encuentran en sitios con destrucción y degradación de su hábitat. Las alteraciones del hábitat se deben principalmente a la ampliación de la frontera agropecuaria (cultivos y ganadería), la construcción de infraestructura (vías y centros poblados) y plantaciones forestales. Adicionalmente, la especie presenta la amenaza de que cosechan sus primordios foliares para su uso en ceremonias religiosas.

La especie se cultiva como planta ornamental. Anteriormente, sus hojas eran usadas como ramos en la festividad del Domingo de Ramos en la Semana Santa de la religión católica en Colombia (Galeano y Bernal 2005).

La especie está presente en algunas colecciones ex-situ en Colombia y se encuentra al interior de tres áreas protegidas, sin embargo, las figuras de área protegida en las que se encuentra no son fuertes en términos de conservación de la biodiversidad. Se recomienda emprender estudios sobre su historia natural e intentar protocolos de reintroducción e implementar medidas de veda local y nacional tal como se implementó con Ceroxylon quinduense.