Esta especie fue considerada por Henderson et al. (1995) dentro de la variabilidad de Coccothrinax pauciramosa Burret. Sin embargo, Moya y Leyva (2000), Verdecia (2018) y el Grupo de Especialistas en Plantas Cubanas de la CSE/UICN no aceptan el criterio de estos autores, ya que no tuvieron acceso a suficiente material de la especie y las diferencias entre estos taxones es evidente en las poblaciones naturales.

Coccothrinax garciana es una palma endémica distribuida por las serpentinitas de Holguín, su hábitat ha sido muy afectado por diversas actividades humanas, sin embargo, es muy abundante, logra habitar en sitios muy alterados y resiste los incendios e invasiones. Las amenazas son puntuales, por lo que se reconocen 14 localidades, una por sitio de presencia. Se debe prestar atención a la tendencia de la explotación de la misma para el uso de sus hojas, pero se evalúa como Preocupación Menor (LC).

Esta palma es endémica de las colinas serpentinosas de Holguín, en el oriente de Cuba. Su distribución abarca los municipios Holguín, Rafael Freyre, Báguanos y Gibara de la mencionada provincia. Es una especie distribuida en todas las serpentinitas de Holguín, incluso en sitios degradados. La población es muy grande y resiste los incendios. Dada la extensión de la población y que las amenazas varían a lo largo de su rango de distribución, cada sitio de presencia podría ser considerado una localidad independiente, sumando un total de 14.

Su población se estima en menos de 10.000 individuos a partir de estudios para conocer la distribución y taxonomía de las palmas cubanas (Verdecia 2001–2015). Su hábitat disminuye en calidad y extensión debido a la conversión del mismo en potreros y pastizales dedicados a la actividad ganadera, además la especie se utiliza por su fibra, por lo cual se sospecha exista mortalidad de los individuos. Sin embargo, la especie es capaz de crecer en sitios alterados y resiste incendios, y se sospecha que su población sea estable. No existen evidencias de que el tamaño poblacional o el área de distribución varíen de forma amplia, rápida o frecuente. Su ciclo biológico no tiene las características de una dinámica de pico-caída, por lo que se infiere que no sufre fluctuaciones extremas en el número de individuos. Teniendo en cuenta su distribución y abundancia, se sospecha que exista flujo genético, por lo que su población no se considera severamente fragmentada

La especie es un árbol estipitado de alrededor de 4 m de alto y hábito terrestre. Habita en matorral xeromorfo espinoso sobre serpentina (cuabales) entre 50–450 msnm. El área, extensión y calidad del hábitat está disminuyendo producto a la actividad agropecuaria, el desarrollo urbano, la deforestación y la actividad forestal. Entre los efectos de estas amenazas se evidencian procesos de invasiones biológicas y fragmentación del hábitat, estos efectos refuerzan la disminución de la calidad del hábitat. Sin embargo, la especie es capaz de crecer en sitios alterados y resiste los incendios e invasiones.

Esta palma está bajo presión por la cosecha no sostenible de sus fibras y hojas por parte de la población local. En las zonas con uso pecuario los juveniles son afectados por el ramoneo y por incendios intencionales para mantener los pastizales. Esta palma también está amenazada por la invasión de especies exóticas, que limitan el reclutamiento de los juveniles. Los remanentes que existen de su hábitat original continúan degradándose por el crecimiento de la ciudad de Holguín, la deforestación, tratamientos silviculturales inadecuados, la forestación con especies exóticas (ej. Acacia mangium Willd.), creación de presas y la tala de especies maderables con las que la especie comparte hábitat.

Las hojas de esta palma son muy usadas para producir escobas, pero la cosecha se hace de forma irracional cortando prácticamente todas las hojas de la planta.

Parte de la población se encuentra dentro de tres áreas protegidas: Las Reservas Florísticas Manejadas Ceja de Melones y Matamoro-Dos Ríos y la Reserva Natural Cerro Galano (CNAP 2020). No se realizan acciones de conservación con la especie. Se recomienda que se regule la extracción de fibras y hojas y se implemente un programa de educación en las comunidades locales con vistas a su uso sostenible. Se propone el establecimiento de zonas de exclusión de ganado y fuegos para potenciar la regeneración natural de la especie. Es necesario controlar las especies invasoras que limitan la regeneración de esta palma. La población debe monitorearse para evaluar el impacto de las presiones actuales y de las acciones de manejo que se implementen. Esta palma se cultiva ex situ en el Jardín Botánico Nacional con fines educativos y debiera potenciarse su uso como ornamental.